Vivaz, vibrante y siempre cambiante - nuestro entusiasmo por las ciudades no tiene límites, ya sea por la diversidad de sus espacios públicos, las espléndidas fachadas con elegantes calles comerciales, monumentos únicos o parques acogedores. Sin embargo, es sobre todo por la noche cuando experimentamos la verdadera magia de la gran ciudad, cuando la luz de la Vida da la máxima expresión a la vida urbana.
Reservado en su forma, el Lif se integra discretamente en todos los entornos urbanos, reinterpretando de forma innovadora la forma reducida del cilindro como una forma arquitectónica básica. De día, en lugar de distraer a los espectadores, el Lif se funde con el fondo, pero de noche muestra todo su efecto: con el Lif, es la luz la que está alineada, no la luminaria. Su modularidad le permite crear ambientes visuales para el entorno, adaptándose, como ninguna otra luminaria anterior, de forma flexible y sin esfuerzo a una diversidad de tareas de iluminación urbana. Altamente versátil en términos de aplicación, el Lif permite a los transeúntes experimentar la geografía humana de la ciudad de una manera muy inspiradora.
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