Con sus colores y modelos calientes de los viejo-siglos, esta colección guarda todo el encanto de la historia de la cerámica de Caltagirone, que ha adornado casi todos los edificios aristocráticos desde los ‘700 hasta hoy. El modus operandi “hecho a mano” acentúa la belleza auténtica: el la elegancia de un producto único y típico de los años artísticos inequívocos del Barroco siciliano.
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