Intimista y conceptual, Ascent expresa numerosos grados de intensidad luminosa a través de una regulación muy puntual, gracias a la placa de circuito impreso situada en el cabezal. Los circuitos presentes en el pie transmiten señales de entrada al microprocesador, que interpreta el cambio de estado de la lámpara, emitiendo, por consiguiente, diferentes niveles de luz. Deslizando el reflector a lo largo del fino tallo de la lámpara, de arriba abajo y viceversa, se puede encender, regular la intensidad de la luz y apagar la lámpara.