Los bloques de hormigón para encofrados permanentes están diseñados para cimentaciones de edificios (pozos, sótanos) sin necesidad de revestimientos. Se pueden construir estructuras de hormigón armado de 150, 200, 300, 400 mm de grosor y combinadas de 500 mm a 1.000 mm de grosor.
Los muros se realizan con o sin mortero, o bien la estructura se refuerza con armaduras horizontales o verticales según la evaluación estructural. Se procede con cuidado cuando se inyecta con una mezcla de hormigón adecuadamente densa, capa tras capa, hasta una altura máxima de 3 - 5 capas de los bloques a la vez, es decir, hasta 1,0 m de la altura de la pared. Al seguir estos parámetros no es necesario anclar el muro a los cimientos para evitar que se levante, ni reforzarlo contra las grietas debidas a la presión del hormigón.
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