Corcho natural claro para aislamiento termoacústico de paredes, suelos y techos
En entornos naturales, el alcornoque utiliza su corteza para protegerse del calor, el frío, la humedad y el fuego; los gránulos de corcho se obtienen a partir de la corteza, un producto natural y transpirante que, con su flexibilidad, también disipa la energía sonora y que, tras la ebullición, también se convierte en resistente a la putrefacción, no puede ser penetrado por insectos o roedores y permanece estable con el tiempo.
Los gránulos de corcho obtenidos se ensamblan con colas naturales para convertirse en paneles, incluso rebajados.
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