Una colección que debe su inspiración a serenos descansos en una hamaca mirando hacia lo alto de pinos marítimos donde ramas delgadas y desnudas sostienen mesas planas de verdor compacto o a camareros imaginarios, dignos de un musical, que sin dudarlo con la mano abierta y los dedos apuntando hacia arriba sostienen bandejas de cristal en perfecto equilibrio.
Todos juegan sobre bases sobre las que descansan simétricamente dos soportes, estribo-árbol o estribo-mano, de acero y con radios de diferentes longitudes, que soportan superficies transparentes, parcialmente grabadas con tiras de cuero suave o de silla de montar, para una mayor comodidad de apoyo . El resultado es un sistema sustancialmente construido a modo de puente o caballete, muy arquitectónico y enteramente basado en el equilibrio estático y compositivo determinado por la simetría.
La forma y la masa de las bases revestidas a voluntad en madera, piel suave o de silla de montar o incluso en cristal lacado, contrasta con la ligereza de los soportes y los tableros. Las transparencias y estas "manos abiertas" de acero se convierten en el rasgo característico de la colección. La misma relación entre el tronco y la copa del árbol, entre el cuerpo y la mano extendida como un rayo, se recrea aquí con unas pocas líneas esenciales, que dobladas como un espejo, crean De Symetria.
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