Son elementos de fachada que, aparte de cubrir el edificio, actúan como elementos estructurales que ayudan técnicamente al edificio y mejoran las operaciones de fabricación, transporte y montaje en la obra; ello se debe a que son elementos que actúan como un conjunto de pilares, jácena y cerramiento que, si la arquitectura del edificio lo permite, comportan una mejora técnica notable. Este elemento ha sido y es de los más utilizados en la industrialización de edificaciones residenciales en gran parte del norte de Europa.
En muchos casos, los paneles portantes están formados por tres capas: una de hormigón que actúa como estructural y portante, y otra que actúa como una piel o fachada ventilada, separadas por una capa intermedia de material que sirve de aislante térmico, como la lana de roca.
Las características de los materiales y grosores varían y son flexibles para poder responder a las necesidades de aislamiento, con lo que se obtienen unos resultados muy por encima de la construcción tradicional.
Además, fácilmente podemos incorporar dentro del panel portante cualquier tubo o caja que se precisen para la instalación eléctrica posterior, así como cajas de persiana y demás productos necesarios en la obra y que pueden ser incorporados en un momento inicial. Es por ello por lo que nos encontramos ante un elemento que puede innovar mucho el sector de la edificación y que en Hormipresa y en el norte de Europa se viene utilizando desde hace muchos años.