Son elementos de hormigón armado para realizar el cerramiento del edificio, compuestos por módulos de panel que vienen hechos de fábrica y que se acoplan unos a otros en la obra.
Pueden incluso montarse paneles con las ventanas o puertas ya instaladas.
Los sistemas de unión entre los diferentes módulos ya vienen incorporados en las propias piezas, de forma que acostumbran a ser siempre construcciones de junta seca.
Las ventajas de este método residen en un mayor control de la calidad y en un proceso de montaje que no necesita mucha mano de obra.