La distintiva lámpara de pared Cobra fue diseñada por Greta M. Grossman en la década de 1950, y toma su nombre de la pantalla ovalada, que se asemeja juguetonamente a la capucha de la serpiente. El delicado lenguaje de diseño de Greta M. Grossman cobra vida con la forma sencilla y de bordes suaves de la lámpara: una expresión ligera e icónica, a la vez que estética y útil. La pantalla flexible puede ajustarse 360 grados, lo que crea una luz suave que se extiende por la pared, convirtiéndola en la iluminación perfecta para entradas y pasillos.
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