La baldosa de cemento - también llamada baldosa de mosaico - nació en 1850 en la región francesa de Ardèche. En aquel entonces era una solución original y sólida, mucho más barata que el mármol y la piedra.
Está hecha a mano siguiendo un proceso revolucionario descubierto por Etienne Larnande: la cal hidráulica mezclada con arcilla calcinada, arena y agua se convierte en un material tan duro como la piedra sin ser calentado.
Un mortero líquido de pigmentos, polvo de mármol y cemento gris o blanco se vierte en un molde con ayuda de un embudo. Las combinaciones son infinitas gracias a los divisores de molde y a la amplia gama de colores. La baldosa se prensa a mano y luego se desmolda a mano. Permanece al sol durante tres semanas para que se seque.
Las baldosas de cemento y sus colores atrevidos son hermosas en un interior moderno, al tiempo que añaden un pequeño toque rústico. Sigue a tu corazón para conseguir un azulejo muy único para decorar la casa de tus sueños!
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