La geometría descriptiva siempre me ha fascinado y me gusta que esa abstracción geométrica pueda incorporase y apreciarse en un objeto cotidiano. Cuando el plano que corta el volumen central de la chimenea se abre hasta la horizontal convirtiendo en parrilla, solo ligeramente apoyandose en el suelo, espero que la sorpresa de su geometría envuelva el espacio. Para poder apreciar este gesto, solo lo esencial era necesario.
Así el fuego es el protagonista, pudiendo verlo desde todos los ángulos del cuarto, gracias a la amplia boca. A la vez la chimenea es muy compacta, cuelga y fuera de temporada, no estorba. Por todo ello surge el que la chimenea tenga una boca que se abre y se cierra dependiendo de su uso. Ademas debía de poder ser exenta y de poderse usar en casas de distintas estilos; por eso la suavidad de la forma curva era indispensable, la chimenea debía ser ovalada, sin aristas.