La belleza nos permite encontrar y perdernos al mismo tiempo. Solamente al prestar la atención cuidadosa, oímos a veces los susurros reservados de la historia más allá de la cortina del tiempo. Abrazando ambas veces pasadas así como el presente, los sultanes del oscilación captura elegancia imperial y el placer escarpado de soplar nueva vida en prolongadas formas y formas.
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