Ya sea podio, solárium, escenario, mini terraza, evoca una alfombra urbana levitante, una especie de microarquitectura que escapa a la gravedad. El gran banco sin respaldo Atlantique es un motor, querido por Area, de mobiliario ejemplar: con él, uno ya no se sienta en el suelo, sino en una superficie amplia, limpia y cálida para jugar, comer, hablar, soñar...
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